La cata de vinos en Barcelona para desarrolla tu paladar

¿Quieres aprender cómo funciona una cata de vinos con maridajes en Barcelona con Tacadevi? Estos 4 pasos básicos te ayudarán. Y no son consejos cualquiera, son tips que provienen de sommeliers para refinar sus paladares y agudizar su capacidad para catar los vinos.
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La cata de vinos en Barcelona es algo inexplicable
A pesar de que este método es utilizado por expertos profesionales, te garantizamos que es bastante sencillo de entender y puede ayudar a cualquier persona a mejorar su paladar para el vino, ya que todo lo que necesitas es una copa de vino y un cerebro para recordar.
Estos son los 4 pasos para la degustación de vinos
Observar: Una inspección visual del vino bajo una iluminación neutra
Oler: Identificar aromas a través del olfato ortonasal (esto es, respirar por la nariz)
Saborear: evaluar tanto la estructura sabor (ácido, amargo, dulce) y los sabores que provienen del olfato retronasal.
Piensa y concluye: Desarrolla un perfil completo de un vino que se pueda almacenar en tu memoria a largo plazo.
La observación es importante en tu cata de vinos en Barcelona
Echa un vistazo al color y viscosidad (trazas de vino)
En realidad, no es necesario gastar más de 5 segundos en este paso.
Hay una gran cantidad de pistas sobre un vino que está enterrado en su apariencia, pero a menos que estés en una cata ciega, la mayor parte de las respuestas que proporcionan esas pistas se pueden encontrar en la botella.
Un buen sentido del olfato
Cuando empieces a oler el vino, piensa en los detalles. ¿Sientes las frutas? Piensa en categorías amplias, es decir, los cítricos o frutas tropicales en los blancos o rojos, frutas rojas, frutas azules o frutas negras.
Si te vuelves muy específico o buscas una nota particular eso te puede llevar a la frustración. En términos generales, se puede dividir el olfateo de un vino en tres categorías principales:
- Los aromas primarios son derivados de la uva derivado e incluyen los afrutados, a base de hierbas y notas florales.
- Los aromas secundarios que provienen de prácticas enológicas. Los aromas más comunes son los derivados de la levadura y son más fáciles de detectar en los vinos blancos: la corteza del queso, la cáscara de la almendra o cerveza amarga.
- Los aromas terciarios provienen del envejecimiento, generalmente de la botella, o posiblemente del roble. Estos aromas son en su mayoría salados: frutos secos tostados, especias para hornear, vainilla, el tabaco, cuero curtido o setas.
Al saborear
El gusto no se trata de cómo usamos nuestras lenguas para observar el vino, sino también, una vez que se sorbe el vino, ver cómo los aromas pueden cambiar.
Nuestras lenguas pueden detectar lo salado, ácido, dulce o amargo. De hecho, todos los vinos van a tener un poco de ácido, porque las uvas inherentemente tienen algo de este sabor.
Pero esto varía con el clima y el tipo de uva, por ejemplo, algunas variedades son conocidas por su amargura, como el Pinot Grigio, y se manifiesta como una especie de suave y agradable sabor.